lunes, diciembre 17, 2007

Robó mis años, y los tiró lejos.
Dónde quedaron?, aún viven los recuerdos?
ha pasado ya más de un año, todo cambió... Ya no hay señales de vida, ni un suspiro.
Aquella fecha no paré de pensar en donde estarían mis preciados años... Pero esperé a que ellos volvieran a mi. Pero no lo hicieron, no llegaron.
Me quejaba, los odiaba, todo ese amor se había convertido en odio; lo que llevaba al dolor.
Un día, de los miles que te recordé, recibí una carta. Aquella carta que volvió a despertar mi alegría decía el por qué de todo. El por qué del tiempo, de la distancia, del aire, de respirar...
Tantas cosas que siempre me pregunté.
Ahora te digo gracias, gracias por jamás olvidar esos miles de recuerdos, esas tardes; esos días. Gracias por cumplir tu promesa de no olvidar, y mas bien recordar. Aún guardo conmigo aquello que me obsequiaste, y lo guardaré por el mayor tiempo posible... y el imposible.
Gracias por enseñarme tantas cosas que jamás olvidaré, a pesar de toda esa distancia que nos separa tristemente.
Ahora esa tranquilidad perdurará, se quedará y estará en aquellos momentos en la que más la necesito; tal como me pediste que fuera, tan como te prometí que sería.
Algún día será, espero que pronto, no t imaginas cuanto deseo que llegue ese día... Pero el tiempo tarda el llegar, y tarda en desaparecer ["primaveras grises"]. Pero tal como esperé que mis años volvieran esperaré ese día; día en que te deje de extrañar por segundos; con tu presencia.
Gracias por todo amigo. No te imaginas cuanto te extraño, cuanto te quiero...
Sebastián... volverás algún día?, cambiaron la luna... puedes devolverla y traer la antigua?.
El recuerdó se quedará; y el tiempo volará.

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