Cambiamos tantas cosas, tantas, y sacamos tanta ropas de las maletas, tantas, no pretendemos ser buenos, si no qe vacilamos buscando la entrada digna a una vida pasajeramente buena, si somos malos muy malos, de repente hasta caminamos como robots por las calles, somos las marionetas del destino, qe juega con su gran control de play statión 4.
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